Para el reto del módulo 3 del curso de Igualdad he elegido una iniciativa de mi localidad de origen que me ha parecido interesante: la iniciativa Feria libre de violencia de género de Algeciras.
APARTADO 1: PRESENTACIÓN
La Feria libre de violencia de género es una iniciativa desarrollada desde hace dos años por parte del Ayuntamiento de Algeciras que persigue prevenir y, en su caso, actuar con rapidez y de manera integral ante las situaciones de violencia contra las mujeres que se puedan dar en la fiesta más importante de la localidad.
Se trata de un dispositivo coordinado desde dos concejalías del Ayuntamiento (Igualdad y Bienestar Social y Protección Civil) en el que se encuentran incluidos la Policía Nacional y Local, así como los propios caseteros y demás personal implicado profesionalmente en la Feria. Igualmente, se intenta que toda la ciudadanía pueda ser partícipe del mismo.
Dicho dispositivo consiste en el establecimiento de un lugar en el recinto ferial denominado punto azul, en el que se encuentran desplegados los efectivos tanto de Policía Local como Nacional y al que pueden dirigirse tanto las mujeres que sean víctimas de violencia, como cualquier persona que haya podido ser testigo de un hecho de esta índole, o que necesite información y asesoramiento. La atención integral a las mujeres afectadas se garantiza gracias al acompañamiento asegurado por parte de voluntarios de Protección Civil. Además, en todo el recinto ferial se instala una señalización específica a fin de que el punto azul sea fácilmente localizable. Finalmente, el Ayuntamiento entrega documentación informativa a los caseteros, así como cartelería relacionada con el dispositivo para que sea exhibida en las casetas.
APARTADO 2: ANÁLISIS
En primer lugar, me ha parecido destacable el papel que juegan las propias mujeres en todo el desarrollo del proyecto. Las titulares de las concejalías implicadas en su diseño y ejecución son mujeres, al igual que la concejala de Feria y Fiestas, quien, evidentemente, también se encuentra implicada. Igualmente, se desarrolló una formación previa para el personal de Protección Civil que debía asistir a las víctimas por parte de técnicas del Centro Municipal de Información a la Mujer. Las mujeres son protagonistas de esta política desde su concepción, pudiendo aportar su propio punto de vista y enfoque de género.
En segundo lugar, creo que esta política ayuda a cuestionar roles de género y estereotipos tradicionalmente aceptados: ciertas situaciones de acoso o abuso a las mujeres se han considerado normales, incluso justificadas, por ideas como la de que una mujer dice “no” cuando quiere decir “sí”, que un hombre debe ser insistente para conquistar a una mujer, etc. Sin embargo, ahora se visibiliza su carácter inaceptable y violento. También se cuestiona la visión tradicional de la mujer pasiva que debe dejarse hacer y callar, ya que se ayuda a que se puedan denunciar los abusos inmediatamente en el mismo lugar de los hechos. Asimismo, también cuestiona el papel pasivo del resto de la sociedad, ya que en todo momento se destaca que el dispositivo está abierto tanto a las posibles víctimas como a testigos, intentando implicar a todas las personas presentes en la feria.
Finalmente, aunque no se puede hablar en este caso de acceso a recursos económicos o materiales, sí creo que esta iniciativa proporciona un acceso igualitario a recursos jurídicos, de seguridad y de apoyo, centralizados en un solo lugar; esto puede facilitar que mujeres que, por desconocimiento o miedo, pudieran encontrar dificultades en saber a quién dirigirse en los días posteriores al hecho delictivo, denuncien rápidamente in situ. Gracias al acceso inmediato a acompañamiento de personal específicamente formado, también pueden ser informadas de los medios de ayuda y apoyo que tienen a su disposición.
APARTADO 3. IMPACTO Y RESULTADOS
No he conseguido encontrar análisis del impacto de esta iniciativa, así que debo limitarme a mis propias consideraciones. En este sentido, pienso que el impacto ha debido de ser positivo porque se da a las víctimas o las personas que querrían denunciar estos casos una vía rápida y accesible de hacerlo en el mismo lugar de los hechos. Ello puede animar a personas a las que les resultaría más difícil denunciar a posteriori, ya sea por sus propios reparos o por desconocimiento de a qué instancias deben dirigirse, ya que al tener un punto de atención centralizado, se les puede dirigir inmediatamente a la instancia adecuada. Por otro lado, la presencia de personal formado específicamente puede ayudar a que se aborden estas situaciones de una manera adaptada, ni fría ni distante. Por último, la presencia de las fuerzas de seguridad asegura una actuación rápida en casos que lo requirieran o la protección inmediata a una víctima que pudiera sufrir acoso de su agresor en el propio recinto ferial.
Es de esperar que los resultados fueran, ya sea una disminución de las denuncias, por efecto disuasorio, ya un aumento por la facilidad que se da para realizarlas. Igualmente un resultado deseable sería la mayor concienciación de la sociedad en general sobre esta fenómeno en el contexto de la feria, en contra de los clichés que hemos mencionado previamente. Desconozco si el Ayuntamiento ha realizado un seguimiento adecuado de su propia iniciativa que pudiera dar respuesta a estas suposiciones.
APARTADO 4. PUNTOS FUERTES Y DEBILIDADES
Entre los puntos fuertes de esta política me ha parecido destacable su carácter transversal, pues implica a varias concejalías del Ayuntamiento así como a los cuerpos de seguridad, profesionales de la feria e incluso a cualquier persona dispuesta a colaborar como testigo. Creo que ello manifiesta el deseo de que la perspectiva de género esté presente en todos los aspectos de esta iniciativa, desde su diseño hasta su aplicación. En este sentido, también encuentro destacable la formación específica que se dio a los voluntarios de Protección Civil, así como la información adaptada a los caseteros.
También me parece interesante la voluntad de visibilizar la violencia contra las mujeres en contextos en los que, como se ha dicho antes, tradicionalmente se encontraba normalizada, contribuyendo así a la concienciación sobre lo que resultan conductas inapropiadas y a que la visión social de las mismas cambie.
Con todo, también pienso que la iniciativa es mejorable. Podría haberse complementado la labor de concienciación social con talleres de sensibilización en centros educativos, máxime sabiendo que muchas de las conductas que se pretenden prevenir se dan entre jóvenes. Por otra parte, no deja de ser algo aplicado de manera puntual,con la consiguiente limitación. Pienso que sería interesante una actuación más continua que extendiera este dispositivo a otras fiestas de la ciudad (como la Semana Santa o los Carnavales) o incluso hacerlo permanente, con la instalación de un punto de atención cercano a las zonas de marcha durante los fines de semana.
Igualmente, el hecho de que no parezca haber un análisis oficial sobre la eficacia de este dispositivo impide que se puedan detectar de manera eficaz sus carencias y elaborar líneas de mejora.
Para terminar, incluyo los enlaces a la información municipal que me ha servido de base para la presentación de esta iniciativa y su posterior análisis: